La primera nota es tomada de Chessbase española
¿Gran maestro en 10.000 horas?El psicólogo Dr. K. Anders Ericsson, de la Universidad Estatal de Florida no cree que las personas nazcan con capacidades especiales o talentos que les permiten destacar. Según Ericsson, el factor decisivo que marca la diferencia entre aficionados y maestros, es la "intensidad" con la que alguien se dedica a una actividad. Un estudio con 30 estudiantes de violín en la Universidad de las Artes en Berlín fundamenta la tesis del científico.
La diferencia entre las capacidades de unos estudiantes y otros únicamente dependían del esfuerzo que invertían los músicos en perfeccionar sus habilidades.
"Como regla práctica se podría decir: las personas necesitan invertir unas 10.000 horas y 10 años para poder conseguir resultados destacados", concluye Ericsson. Incluso las personas menos inteligentes pueden especializarse y llegar a conseguir resultados destacados en ciertos campos. Ericsson menciona al ex campeón del mundo Bobby Fischer como ejemplo: a pesar de su cociente intelectual relativamente bajo, de 90, llegó a ser el mejor jugador de ajedrez en su tiempo. Eso sí, hay que empezar desde joven, a ser posible desde niño, a entrenarse en una cosa, para en el futuro poder dar el do de pecho. La buena noticia para los adultos: la memoria también se deja entrenar muy bien y se puede mejorar el rendimiento, aún siendo mayor. Hay una entrevista (en alemán) con Ericsson, publicada en FOCUS Online.
La segunda y tercera nota, son extractos tomados del Blog del MI Raul Ocampo
Por ejemplo, Valeri Tsaturian, de Baku, Maestro Internacional, entrenador de Grandes Maestros como Emil Sutovsky, descendiente de Armenios pero nacido en Azerbaizhan, como Kasparov, emigró a Rusia, muy cercano de Kasparov, entrena a jugadores armenios como la GMF y MI Mkrtchian. Ha logrado éxitos con niños con deficiencias mentales utilizando el ajedrez y la música.
Opina que ahora el ajedrez es puro deporte, pero que ha desarrollado su potencial competitivo casi al máximo, mientras que otras facetas del juego, que no son de menor importancia, se han rezagado y que el ajedrez como deporte ya no tiene mucho futuro. El nivel promedio de los ajedrecistas se ha elevado significativamente en los años recientes
Opina que ahora el ajedrez es puro deporte, pero que ha desarrollado su potencial competitivo casi al máximo, mientras que otras facetas del juego, que no son de menor importancia, se han rezagado y que el ajedrez como deporte ya no tiene mucho futuro. El nivel promedio de los ajedrecistas se ha elevado significativamente en los años recientes
Afirma que es debido al equipamiento de nuestros días y a la oportunidad de jugar y coleccionar la información vía el Internet; y debido a nuevas tecnologías en enseñanza de ajedrez. Dice que los entrenadores profesionales saben de que método habla.
Es posible desarrollar la habilidad de un alumno al nivel de Maestro en 3 o 4 años, aunque el alumno sea limitado en el talento de ajedrez. Lo crítico es el deseo del alumno de jugar y trabajar en el ajedrez. Incluso un niño de 6 o 7 años podría hacerse un jugador de ajedrez serio a la edad de 10 o12 años, si él tiene una mentalidad estable y una intelecto ya desarrollado.
La Fórmula de Kasparov, en su cumpleaños 46
En ajedrez no hay milagros, afirma el ex campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. El “verdadero secreto” es trabajar duro, sin importar cuales son las herramientas para entrenarse. En su juventud eran los libros de ajedrez y hoy lo son las computadoras.
Kasparov dice que las herramientas pueden ser diferentes pero lo que es realmente importante se mantiene igual.“No creo que los campeones lo sean de nacimiento, pienso que se hacen, no nacen y son el resultado de trabajo muy duro”, dice Kasparov.
No obstante posteriormente agrega que el ser capaz de trabajar duro es un talento, un don. También dice que no hay nada más importante que tener una madre dedicada, o un padre o entrenador para apoyar a un joven jugador aspirante.
Parece una paradoja, pero la mayoría de especialistas que han analizado la importancia del talento en el desarrollo de la excelencia en las personas, coinciden que es mucho menor a la práctica deliberada esforzada, al trabajo duro sistemático bien planeado. Pero para tener disposición y aguantar el trabajo duro, se requiere cierto “don”, cierto talento y el contar con quien lo planifique bien y apoye.
Kasparov dice que las herramientas pueden ser diferentes pero lo que es realmente importante se mantiene igual.“No creo que los campeones lo sean de nacimiento, pienso que se hacen, no nacen y son el resultado de trabajo muy duro”, dice Kasparov.
No obstante posteriormente agrega que el ser capaz de trabajar duro es un talento, un don. También dice que no hay nada más importante que tener una madre dedicada, o un padre o entrenador para apoyar a un joven jugador aspirante.
Parece una paradoja, pero la mayoría de especialistas que han analizado la importancia del talento en el desarrollo de la excelencia en las personas, coinciden que es mucho menor a la práctica deliberada esforzada, al trabajo duro sistemático bien planeado. Pero para tener disposición y aguantar el trabajo duro, se requiere cierto “don”, cierto talento y el contar con quien lo planifique bien y apoye.
O sea los factores externos siempre están presentes. Las circunstancias, ¿la suerte?Claro que el “talento” de trabajar duro puede ser aumentado con hábitos y motivación, motivación interna y externa, por supuesto.
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