Cuando se habla del ajedrez, la idea común es la de personas reflexivas que lentamente toman decisiones, en que los sucesos tienen en el tiempo su propia medida, no corren minutos, sino jugadas, desafiando las fórmulas de Einstein, o más bien confirmando la idea de que hay cosas que tienen su tiempo relativo y no pueden enmarcarse en el tiempo real. Pero en el ajedrez de competencia que pretende volverse de espectáculo y de emoción, los nuevos caballeros de los torneos del siglo XXI juegan a velocidad, rebasando sus razonamientos la celeridad que le brindan las manos. Ya no la vista, el pensamiento, es más rápido que las manos. Juegan en un pequeño tablero pero gracias al Internet pueden ser observados por millones de espectadores en todo el mundo al preciso momento en que las jugadas tienen lugar en ese pequeño marco de 64 casillas.El tenis de mesa, se observa a una rapidez que parece hacer imposible notar que es lo que está pasando y a menudo, para hacer notorio lo artístico y lo hábil del lance, los que desean hacerlo espectáculo de audiencias numerosas buscan grabarlo en video y pasarlo con lentitud para que más personas sean capaces de apreciar lo sucedido. Leer más...
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